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viernes, 1 de agosto de 2014

Pintando una moto de camuflaje

Después de pintar el casco de camuflaje nos vamos a liar con la moto. Los materiales y la técnica son iguales que los usados con el casco. Pintura bicapa y barniz envasados en spray, malla de plastico y ramas de macetas, plantas, pinos, en fin, lo que tengais a mano.  Tras el lijado de rigor, dos capas de pintura que harán de base, en esta caso un gris perla y después el mismo proceso que hicimos en el brico anterior. Hemos empezado con el guardabarros delantero y este es el resultado.







Aqui ya esta con el barniz dado.




 Dejar secar la pintura bien antes de aplicar la primera capa de laca teniendo cuidado de no chorrear, es preferible que sea ligera y damos una segunda y tercera capa después.

 Continuamos desnudando la moto para hacer el resto de plásticos.


Las tapas laterales traseras.



Aquí ya están lacadas y terminadas.



Continuamos con el carenado frontal


Despues de lijarlo y con la capa base de gris.


Recordamos los materiales, de ultima generacion, usados en el proceso para dar el esquema mimético. Jajajajaja.


Mimetizado del carenado; Hemos usado negro, marron y blanco hueso.



Carenado frontal ya terminado con el barniz. Hemos puesto las pegatinas antes de lacar, de ese modo quedan protegidas con una capa de barniz y se dañarán menos.




Tambien hemos pintado la mitad inferior del deposito. La mitad superior y la tapa de los relojes se quedaran en el color original.


La moto, una Aprilia Pegaso Cube 650 del 99, tenia esta pinta antes de camuflarla.


El resultado final es este.





Con unos vinilos en el deposito, simulacion fibra de carbono, para estilizar más la silueta.



 El coste aproximado del asunto es de unos 50 euros en materiales, principalmente los botes de spray de la pintura y el barniz ya que la cinta de carrocero y la lija estaban en existencias. En cuanto a las plantillas de ultima generación para el mimetizado, jajajajajaja, estaban de promoción y son gratis.

Tan solo me queda dar las gracias a mi esposa por su interminable paciencia y comprensión hacia mi y mis historias, a su secador de pelo, sus macetas, su tendedor plegable y todos los utensilios que le hemos usado sobre la marcha. Gracias cariño, sin tí no hubiese sido posible.